jueves, 8 de noviembre de 2012

Las empresas deben optar por la evolución antes que por la revolución

Gilbert Keith Chesterton (1874-1936), escritor británico que cultivó, entre otros géneros, el ensayo, la narración, la biografía, la lírica, el periodismo y el libro de viajes.   Se han referido a él como el “príncipe de las paradojas”. Su personaje más famoso es el Padre Brown, un sacerdote católico de apariencia ingenua cuya agudeza mental lo vuelve un formidable detective y que aparece en más de cincuenta historias reunidas en cinco volúmenes, publicados entre 1911 y 1935.

Se cuenta que en una ocasión, cuando Chesterton desembarcó en Calais, mantuvo una conversación con un tabernero francés que se quejaba diciéndole: “es lamentable haber hecho tres revoluciones para volver a caer sobre el mismo lugar”. El le contestó que una revolución en el sentido propio del término, es el movimiento de un móvil que recorre una curva cerrada y vuelve así al punto de partida.             

Se le atribuye la siguiente expresión:

“Entrar en el mundo de la acción, es entrar en el mundo de los límites.”